Es en el tacto que las pieles se encienden como si fueran dinamita pura. Y es que la piel tiene tantos receptores que te puede hacer viajar con los ojos cerrados. Pero es verdad que no se necesita un cuerpo físico para sentir el calor que emana el deseo de una mente creativa. A veces todo se percibe desde lo etérico, y es mas potente de lo que imaginas. Cuando dormimos podemos despertar en otros reinos, volar y conectar con aquello desconocido que se nos hace tan familiar.
Hay un misterio que une a las almas, y lo sensorial es como el pegamento que les une, incluso a miles de kilometros. Hay una posibilidad de que todo esto sea una simulación, y yo sigo reflexionando, acaricio mi piel, y me cuestiono si todo esto es real, me dejo explotar en miles de sensaciones, navego en el río de mi fuerza vital y me entrego una y otra vez a mi dualidad innata.
Soy mas que la piel que me envuelve, soy misterio y antojo expresado aquí y ahora hasta que me disuelva en el mar de la consciencia universal al que todos pertenecemos.