Piel blanca, vestido rosa, inocencia y elegancia de la que se hereda sin pedirlo.
Es tan solo una jovencita, él de la misma edad pero con menos estilo.
Hijo de un granjero, pero no importa, ella lo mira perpleja y se le escapa un suspiro.
Cierras los ojos y te dejas llevar por las notas de una melodía que te hace ir a lo desconocido.
Otros tiempos, otras caras, otros lugares que parecen no tener sentido.
Cielo despejado, animales de granja, dos jovenes que aprenden del amor sin haberlo previsto .
Nadie lo sabe, solo sus miradas hablan, y una canción los invita a bailar.
Todo pasa desapercibido. La energíá brota y se logran acercar como aguas de diferente río.
Éstas son las historias que puede evocar una melodía que se escucha con todos los sentidos.
La piel se eriza porque sabe que la imaginación es un gran incentivo.
El paso por esta tierra es corto y lo que imaginas perecerá en el olvido.
Sin embargo tu sigue imaginando, que parece ser lo que más tiene sentido.
Algunas cosas las creas en tu mente, otras se materializan en el plano físico.
Lo importante es usar ese gran poder de IMAGINAR hasta que se agoten los suspiros.