Viajar a una posible "dimensión paralela" cada noche me hace cuestionar el sentido de todo. Quizás no sean sueños meramente, tal vez sean algo más... La luna alumbra mis deseos, las estrellas me hacen sentir que hay algo más. Y es que no logro saciar mi sed, ando como quien busca un vaso de agua dulce en medio del océano.
Observo afuera lo que hay adentro, algunas aves en cautiverio, otras que pasan desapercibidas pero en libertad absoluta.
La vida continúa, y los deseos de una vida en total sincronicidad no escasean. Sigo volando por las noches en sueños, abriendo puertas y más puertas que no me llevan a ningun lado. A veces solo me queda buscar escapatoria por las ventanas de altos edificios, desde los que si me lanzo, un aspecto de mi misma también estará saltando al vacío.
Intento comunicarme por teléfono pero así de repente las letras y números carecen sentido y no puedo llegar a transmitir el mensaje deseado. Hay incertidumbre pero también hay éxtasis, viento, agua y tierra. El viaje nunca termina, ni siquiera cuando estoy dormida.
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